Golpe de Timón
A PROPÓSITO del incidente protagonizado hace pocos días por Yorvit Torrealba, y la sanción tomada este lunes por la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, no está de más recordar que en el pasado hubo incidentes de igual o mayor cuantía al protagonizado por el receptor del Caracas. Naturalmente, con esto no quiero criticar a la Liga por la medida, ni siquiera fijar posición sobre la misma, sino traer a colación otros hechos de similar tenor ocurridos en nuestro circuito contra umpires.
A POCOS meses de fundada la LVBP, el 22 de diciembre de 1946, el lanzador del Cervecería Caracas, Luis “Mono” Zuloaga, conectó un rolling con las bases llenas para forzar a Enrique Fonseca en la segunda base. El árbitro Luis Chaparro apreció que Fonseca había hecho interferencia para evitar la doble matanza, por lo cual declaró al “Mono” out en la inicial.
ENTONCES, HUBO un fuerte intercambio de palabras entre Chaparro y Zuloaga y el “Mono” fue expulsado del juego por romperle la nariz con un golpe al mencionado árbitro. Una vez finalizado el encuentro, el agresor bajó al terreno para conversar con su compañero de equipo, Héctor “Redondo” Benítez, y arremetió de nuevo contra el umpire. Chaparro, quien llevó la peor parte, pasó el caso a los tribunales.
VARIAS SANCIONES recayeron sobre el jugador del Caracas: fue suspendido por 13 cotejos, multado por 200 bolívares, encarcelado en la Jefatura de la Parroquia San Agustín, y puesto libre a los 15 días bajo fianza. Pero poco después resultó detenido nuevamente y conducido a la Cárcel Modelo ubicada en Pro Patria.
EL 27 de diciembre de 1953 el manager del Magallanes, Herman Franks, fue expulsado por el árbitro principal Lorenzo Martínez en el quinto inning, además de ser multado posteriormente con la suma de 750 bolívares. El incidente comenzó cuando Franks, en conjunto con el inicialista Jesús “Chucho” Ramos, protestaron una sentencia del árbitro de la primera base Mike Bricessse, quien cantó “safe” a Dave Pope, jugador del equipo Gavilanes.
EL MANAGER Franks la agarró con el principal y, tras una discusión, fue expulsado. La protesta continuó y al Martínez agacharse para limpiar el home, el piloto turco le echó tierra en la cara con el pie derecho. Martínez fue víctima de otra agresión al año siguiente. El 9 de diciembre de 1954, durante la parte final del noveno inning, Johmmy Temple, jugador del Pastora, conectó con la casa llena un rolling que fue tomado por el shorstop del Magallanes, Bill Garner, quien lanzó al inicialista Oscar “Buzo” Solórzano, aparentemente con tiempo para el out.
NO OBSTANTE, Martínez apreció quieto, razón por la cual Solórzano y varios de sus compañeros arremetieron contra el árbitro. No obstante, el juego se reanudó, pero posteriormente Bill Taylor, jardinero turco, perdió la trayectoria de una pelota bateada por Wally Moon. Entonces, los jugadores magallaneros agredieron física y verbalmente al cuerpo arbitral. Vale señalar que, en medio de la confusión, Solórzano recibió un golpe “fantasma”, que le produjo una hemorragia nasal.
HA HABIDO otros incidentes de violencia contra umpires a lo largo de la historia de la LVBP, pero por razones de espacio, voy a cerrar con uno protagonizado por el ex jugador Pompeyo Davalillo, a la sazón coach de los Leones del Caracas, durante la temporada 1966-67. El incidente ocurrió durante el juego final de la campaña, y es considerado por muchos uno de los partidos más emotivos que ha habido en la Liga.
CON EL encuentro 8 a 4 a favor de La Guaira contra el Caracas, a la altura del séptimo episodio, Jim Hicks, refuerzo de los Leones, conectó una línea por la raya de tercera que se convirtió en doble y empujó dos carreras. Pero el árbitro de tercera, J.J. Rivas Prim, anuló las anotaciones bajo el alegato de que él había pedido tiempo antes de producirse el batazo.
POMPEYO DAVALILLO le protestó airadamente. Y tanto él, como Rivas Prim, se fueron al centro del diamante e intercambiaron barrigazos, antes de que el juez expulsara a Davalillo. Entonces, Alejandro Carrasquel, coach de primera, se metió en la trifulca y también fue enviado a las duchas. Tras haberse restablecido el orden, surgió de la cueva Pedro Morales, hijo de uno de los dueños del club, y fue a protestarle a Rivas Prim.
POR DETRÁS, apareció Davalillo, quien le cayó a trompadas al árbitro, y Carrasquel tuvo que ser contenido para que no le diera unos golpes a otros umpires. 27 años después del incidente, Pompeyo Davalillo explicó que le había pegado a Rivas Prim porque este se le había “cuadrado”. De manera que la violencia no ha sido tan extraña en los campos de la LVBP, lo cual, obviamente, no la justifica.
FUENTES:
GÓMEZ, Richard. “Historia de las Series Finales del Beisbol Profesional de Venezuela 1946-1995”. Trabajo de Licenciatura. Escuela de Comunicación Social, UCV. Caracas, 1995
MARTÍNEZ, Nelson. “Cosas que pasan. Juegos, anécdotas y curiosidades para recordar”. Parte II, 1946-2002. Tipografía Jaru, Caracas, 2003.
Carlos Abreu Sojo es Profesor Titular en la Universidad Central de Venezuela (UCV), autor de 8 textos sobre periodismo. Columnista y escritor. Premio Nacional de Periodismo, en Docencia e Investigación.
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