Ni que apartaran a Carlos El Almirante García de los Navegantes del Magallanes por coronavirus (COVID-19) evitó que se hundiera el barco como dice la canción de Porfi Jiménez y su orquesta el cual parafraseamos para el titular, en la Semifinal de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) ante los Caribes de Anzoátegui.
Desde el mal corrido de base de Renato Núnez a la tercera base en el Juego uno (1) de la Serie hasta el de Engelb Vielma para el último out del Juego siete (7), pasando por el mal manejo del pitcheo tanto de García como Luis Carlos Rivera en los juegos uno (1) y seis (6) en las salidas de Erick Leal se puede resumir la eliminación de los turcos, además, claro está de que la tribu no peló los salvavidas que le tiraron los eléctricos.
El navegante necesita volver a resolver el tema del mánager y su cuerpo técnico con o sin sanciones de la OFAC a través de las Grandes Ligas, de igual forma el centerfield (jardinero central) para completar la línea central con Carlos Pérez, Gabriel Noriega y Vielma, más el bateador zurdo de poder el otro tema pendiente desde hace años.
Si no los magallaneros como que seguiremos viviendo y recordando del bicampeonato entre 2012 y 2014, el Magallanes de los noventa (90) o del poder negro, mientras esperamos no naufragar como entre enero de 2002 hasta enero de 2013, en el dique seco sin campeonatos, como en los ochenta (80) o peor como del setenta y nueve (79) al noventa y cuatro (94), esperemos que no.